El próximo día 12 de Febrero, se cumplirá el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin, sin embargo, son muchos los que realmente no conocen ni el alcance, ni el significado de su teoría sobre la evolución. Resulta especialmente común leer y escuchar en los medios de comunicación, la utilización del término progreso como sinónimo de evolución, el primer error común. La evolución no sigue un plan predeterminado y no necesariamente implica progreso, se trata de un suceso estocástico y aleatorio; la evolución no se extiende hacia delante de forma uniforme, sino que depende de accidentalidades, es decir, la contingencia.
La especie, es el resultado de la influencia del medio sobre el individuo, no del individuo en el medio, este es el segundo error, frecuente en estos medios. Esa visión lamarckiana (teoría elaborada por el naturalista francés Lamarck (Jean Baptiste Pierre Antoine de Monet, caballero de Lamarck, 1744-1829). Su teoría expuesta en su obra Philosophie Zoologique (1809) en relación con la herencia de los caracteres adquiridos, atribuía un papel activo al organismo (los caracteres se adquieren durante la vida del organismo y se transmiten a su descendencia, es decir, un modelo uso-herencia), diferencia fundamental con la teoría elaborada por Darwin, donde es el medio el que determina la selección) de la evolución.
El tercer error común en que suelen incurrir estos medios, es la idea de que la evolución opera a nivel de especie, cuando lo hace a nivel de individuo, es decir, las mutaciones favorables o no, se acumulan en los individuos, no en la especie (el éxito reproductor de los individuos).
Hemos de recordar también, a Alfred Russell Wallace -mucho menos conocido que Darwin- que podría ser considerado el coautor de dicha teoría, ya que llegó prácticamente a las mismas conclusiones que Darwin por otras vías. Sería la carta de Wallace a Darwin, el elemento que llevó a Darwin a publicar apresuradamente sus propias conclusiones, aconsejado por Lyell (considerado el padre de la Geología). De esta forma, Darwin apareció como autor único de dicha teoría. Alfred Russel Wallace, no recibió la educación que recibió Charles Darwin, ni su status social era el que tenía Darwin (procedía de una familia acomodada), sin embargo, llegó a ser considerado biólogo y centró sus trabajos en el archipiélago malayo donde llegó a unas conclusiones muy parecidas a las de Darwin, las cuales le comunicó a Darwin por carta, con la precaución y de modestía de su posición.
Darwin, además, había leido los trabajos de Malthus (Thomas Robert Malthus, economista inglés (1766-1834)), que influyeron de forma notable en su Teoría. Malthus, en uno de sus ensayos, pronosticaba un futuro muy oscuro para la humanidad, ya que, según él, mientras la población crecía de forma geométrica, los recursos naturales lo hacían de forma aritmética. Esta idea aplicada a los estudios de Darwin resultó en que:
En la naturaleza nacen muchos más individuos de los que luego llegan a reproducirse, de tal forma que siendo los recursos limitados, debe existir una competencia entre los individuos por estos. De tal forma que es esta competencia, el agente seleccionador.
Es decir, expresado de forma sintética:
llegando así, a la siguiente conclusión:
existe una competencia por el medio y sus recursos, lo que implica la supervivencia de unos pocos individuos y estos, presentan unas características específicas y heredables. Siendo por tanto, el medio el que determina la existencia de las especies: sólo los mejor adaptados a las condiciones del medio consiguen transmitir sus genes.
La situación social de Malthus se asemeja a la de muchos otros pensadores y descubridores de la época, era hijo de un hacendado ilustrado, concretamente, su padre fue amigo de Rousseau y compartía las ideas revolucionarias de Condorcet y Goodwin sobre el progreso y la igualdad social.
Malthus, a diferencia de su padre, era muy conservador y se situó en una línea de pensamiento contraría a Condorcet y Goodwin, alineandose con Hobbes, Towmsend y Wallace.
Wallace, se anticipó a Malthus en su "Various Prospects of Mankind, Nature and Providence", donde venía a rechazar el comunismo igualitario, argumentando que en tal situación, se daría una sobrepoblación que llevaría asociada la miseria, como consecuencia de la capacidad desenfrenada de multiplicación.
Esta Teoría, se enfrentó y, aunque parezca mentira, se sigue enfrentando con el Creacionismo (teoría teísta que defiende la participación divina en la evolución, es decir, una evolución dirigida por Dios). Los creacionistas, a lo largo del tiempo, aprovechando lo incompleto del registro fósil han tratado de desacreditar la Teoría de Evolución. La controversia más conocida, quizás, fue la pregunta planteada por los creacionistas acerca de los pasos intermedios entre el mamífero terrestre y la ballena actual, bien, llevó algún tiempo, pero las formas fósiles que evidenciaban estos pasos intermedios fueron encontrados, desmantelando así una de las estúpidas argumentaciones aportadas por los creacionistas.
Posiblemente, recurriendo a la frase de J.B.S. Haldane (biólogo del siglo pasado, uno de los fundadores del nuevo Darwinismo): "Dios tiene una inmoderada afición por los escarabajos", llegemos a ver como algo absurdo esa idea teísta en relación con la evolución. La reflexión es simple, ¿por qué Dios se empeñó en crear cerca de 400 especies de escarabajos? ¿acaso buscaba la perfección de este pequeño insecto y no pudo concluir con la del hombre?.
Como cabría suponer, los creacionistas, creen en la idea de que el hombre moderno, no es el resultado de un proceso evolutivo contingente, sino que es parte de un plan predeterminado ideado por Dios. Todos los que tenemos una mente más o menos lógica y los conocimientos objetivos sobre el registro fósil, aceptamos la idea de que si no se hubieran dado las condiciones necesarias para que ese pequeño animal mamífero que ya existía en el Triásico, se diversificara y una de sus múltilples ramas resultara en la especie que somos en la actualidad, no existiríamos.
Supongamos que los grandes reptiles mesozoicos no hubieran desaparecido hace 65 ma. y su ambiente no se hubiera modificado, con toda seguridad, los mamíferos, como he comentado antes, no se hubieran diversificado como lo han hecho a lo largo de los últimos 65 ma. y es bastante probable que ni el primate precursor de nuestro especie y las distintas ramas -algunas de las cuales extintas- no hubieran existido nunca. La teoría de Darwin / Wallace, supuso una revolución en las conviciones antropocéntricas y teístas que habían existido hasta entonces, además, a principios del pasado siglo supondría la base de algunas corrientes ideológicas, cuya malintepretación provocaría grandes desastres en la historia de humanidad.
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