© Mario Izquierdo

Un nuevo tipo de meteorito está ligado a la colisión de un antiguo asteroire

Volver
En un hallazgo extraordinario, científicos han identificado un fragmento de roca descubierto en una cantera de Suecia. Este relicto cósmico, que data de hace 470 millones de años, se cree que es un resto de una colisión en el cinturón de asteroides que desencadenó una lluvia de meteoritos sobre nuestro planeta. Este evento habría influido significativamente en la historia geológica y climática de la Tierra.

El fragmento fue descubierto en una cantera en el sur de Suecia. Lo que inicialmente parecía un fragmento de roca ordinaria resultó contener una composición química y mineralógica sin precedentes. Los investigadores, liderados por un equipo de geólogos y astrofísicos, determinaron que la roca no coincide con ninguna clase conocida de meteorito en la Tierra.

Mediante análisis isotópicos, se ha determinado que el meteorito pertenece a un cuerpo planetario que ya no existe. Esto refuerza la teoría de que es un remanente de una antigua colisión entre grandes asteroides en el cinturón principal, una región ubicada entre Marte y Júpiter.

La Gran Colisión de Hace 470 Millones de Años

El periodo en el que ocurrió esta colisión coincide con un evento conocido como la Lluvia de Meteoritos del Ordovícico Medio. Durante este periodo, un número importante de meteoritos impactaron la Tierra como resultado de una ruptura masiva en el cinturón de asteroides. Este fenómeno habría aumentado significativamente la cantidad de polvo en la atmósfera terrestre, alterando el clima global y contribuyendo a cambios en los ecosistemas.

La fragmentación de estos asteroides no solo habría afectado a la Tierra, sino que también marcó el inicio de un incremento notable en los tipos de meteoritos que llegaron a nuestro planeta, quedando en el resgitro geológico.

¿Qué Hace Único a Este Meteorito?

El análisis del fragmento reveló una composición química y mineralógica distinta, lo que indica que proviene de un tipo de asteroide que no se encuentra representado en los meteoritos modernos. Esto sugiere que el cuerpo original del que formaba parte pudo haberse destruido por completo o haber evolucionado a lo largo del tiempo.

La composición mineralógica del fragmento sugiere una formación en condiciones específicas del primigenio sistema solar. Los minerales identificados incluyen:

  1. a. Silicatos Inusuales
    • Olivino (Mg,Fe)₂SiO₄: Presente en proporciones bajas y con una relación magnesio-hierro atípica, lo que indica una diferenciación química poco común en el cuerpo progenitor.
    • Piroxenos (Ca,Fe,Mg)₂Si₂O₆: Composición enriquecida en calcio, lo que sugiere un origen en un ambiente de cristalización lento.
  2. b. Fases Metálicas
      Hierro-Níquel (Fe-Ni): Se encuentra en pequeñas inclusiones metálicas, pero con proporciones de níquel distintas a las de meteoritos comunes como condritas ordinarias o HED.
    • Troilita (FeS): Sulfuro de hierro presente en cantidades pequeñas, lo que indica un bajo nivel de sulfuración en el cuerpo parental.
  3. c. Minerales Raros
    • Spineles (MgAl₂O₄): Presencia de trazas de espinela con contenido elevado de cromo, que es inusual y puede señalar un entorno rico en elementos refractarios.
    • Phyllosilicatos: Indicios de alteración acuosa, posiblemente relacionada con interacciones tempranas en el cinturón de asteroides.

Este descubrimiento aporta una nueva perspectiva sobre la diversidad de cuerpos en el cinturón de asteroides durante el Ordovícico y sugiere que la población de asteroides ha cambiado drásticamente desde entonces. Algunos de los materiales presentes en el meteorito no se encuentran en ningún otro objeto conocido.

Implicaciones Científicas

El hallazgo tiene varias implicaciones importantes:

  • Comprensión del cinturón de asteroides: Proporciona nuevas pistas sobre la composición y evolución de los cuerpos en esta región durante el pasado remoto.
  • Impacto en la Tierra: Refuerza la idea de que eventos cósmicos como este tienen el poder de influir en el clima y la biodiversidad terrestre.
  • Exploración espacial: Estudiar meteoritos únicos como este ayuda a preparar futuras misiones a asteroides y planetas, al ampliar nuestro conocimiento sobre la composición de los cuerpos celestes.

© Mario Izquierdo, 2024 | Aviso legal | Política de Privacidad