El fragmento fue descubierto en una cantera en el sur de Suecia. Lo que inicialmente parecía un fragmento de roca ordinaria resultó contener una composición química y mineralógica sin precedentes. Los investigadores, liderados por un equipo de geólogos y astrofísicos, determinaron que la roca no coincide con ninguna clase conocida de meteorito en la Tierra.
Mediante análisis isotópicos, se ha determinado que el meteorito pertenece a un cuerpo planetario que ya no existe. Esto refuerza la teoría de que es un remanente de una antigua colisión entre grandes asteroides en el cinturón principal, una región ubicada entre Marte y Júpiter.
El periodo en el que ocurrió esta colisión coincide con un evento conocido como la Lluvia de Meteoritos del Ordovícico Medio. Durante este periodo, un número importante de meteoritos impactaron la Tierra como resultado de una ruptura masiva en el cinturón de asteroides. Este fenómeno habría aumentado significativamente la cantidad de polvo en la atmósfera terrestre, alterando el clima global y contribuyendo a cambios en los ecosistemas.
La fragmentación de estos asteroides no solo habría afectado a la Tierra, sino que también marcó el inicio de un incremento notable en los tipos de meteoritos que llegaron a nuestro planeta, quedando en el resgitro geológico.
El análisis del fragmento reveló una composición química y mineralógica distinta, lo que indica que proviene de un tipo de asteroide que no se encuentra representado en los meteoritos modernos. Esto sugiere que el cuerpo original del que formaba parte pudo haberse destruido por completo o haber evolucionado a lo largo del tiempo.
La composición mineralógica del fragmento sugiere una formación en condiciones específicas del primigenio sistema solar. Los minerales identificados incluyen:
Este descubrimiento aporta una nueva perspectiva sobre la diversidad de cuerpos en el cinturón de asteroides durante el Ordovícico y sugiere que la población de asteroides ha cambiado drásticamente desde entonces. Algunos de los materiales presentes en el meteorito no se encuentran en ningún otro objeto conocido.
El hallazgo tiene varias implicaciones importantes:
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